La parábola del sembrador
(Integrada de los 3 Evangelios donde aparece)
Mateo 13:1-9. Marcos 4:1-9. Lucas 8:4-9
Y aquel día, Jesús salió de casa y otra vez comenzó a enseñar junto al mar; y se acercaba a Él una gran cantidad de gente que venía de cada ciudad; y se formó una multitud que se congregaba; tanta, que, entrando en una barca, se sentó Él mientras toda la multitud estaba a la orilla, en la tierra, junto al mar. Y les habló por medio de una parábola, diciendo: “Escuchen: He aquí, el sembrador salió a sembrar su semilla. Y ocurrió que, al estar sembrando, una parte de las semillas cayó junto al camino; y fue pisoteada, y vinieron las aves del cielo, y se la tragaron y comieron. Otra parte cayó sobre las piedras, en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y después germinó, porque no tenía profundidad de tierra; pero al salir el sol, se quemó y se secó, porque no tenía humedad ni tenía raíz. Otra parte cayó entre los espinos; y las espinas crecieron conjuntamente, y la ahogó y no dio fruto. Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó y dio fruto que se multiplicó y creció: unas rindiendo a cien por cada una, y otras a sesenta, y otras a treinta”. Y diciendo estas cosas, clamó: “¡El que tiene oídos para oír, oiga!”, y les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y así les exponía su doctrina.
EXPLICACIÓN DE JESÚS
(Mateo 13:18-23. Marcos 4:13-20. Lucas 8:9-15)
Cuando estuvo a solas, los discípulos y los que estaban cerca de Él le preguntaron acerca del significado de la parábola. Y Él les dijo: “¿No comprenden esta parábola? ¿Cómo, entonces, entenderán todas las parábolas? Oigan, pues, la parábola del que siembra: La semilla es la Palabra de Dios. El sembrador es el que siembra la Palabra. Los que fueron sembrados junto al camino son cualquiera de los que oyen la Palabra del Reino, pero no la entienden, y luego viene el malo, el diablo, Satanás, y les quita o les arrebata la Palabra que fue sembrada en su corazón, para que no se salven creyendo. Y los que fueron sembrados entre las piedras, en pedregales, son los que oyen la Palabra y enseguida la toman con alegría y la reciben con gozo. Pero éstos no tienen raíz en sí, sino que son temporales, de manera que, habiendo oído, creen por un momento, pero cuando viene la aflicción, en el tiempo de la tentación, y cuando se levanta la tribulación o la persecución por causa de la Palabra, luego se escandalizan; se apartan. Y esta es la semilla que cayó y fue sembrada entre espinos: éstos son los oyeron la Palabra; pero, yéndose, los cuidados de este mundo, la aflicción, el engaño de las riquezas, los pasatiempos de la vida, y las codicias que hay en las demás cosas, ahogan la Palabra, y ahogados, no llevan fruto a la perfección, y se hacen infructuosos. Pero estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que, con corazón bueno y recto, oyen y entienden la Palabra oída, y la reciben, la retienen y llevan el fruto con paciencia, produciendo a cien por cada uno, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno”.
LOS CUATRO CASOS (EN SÍNTESIS):
1. Los que estaban junto al camino oyeron la Palabra, pero no la entendieron (Satanás les arrebató la palabra)
2. Los que estaban entre piedras: Oyeron la Palabra, la recibieron, y creyeron, pero no estaban firmes y no aguantaron la tribulación - Ellos mismos se apartaron
3. Los que estaban entre espinos: Oyeron la Palabra pero no dieron fruto y se fueron tras los engaños de esta vida - El mundo los ahogó
4. Los que estaban en buena tierra: Oyeron la Palabra con buen corazón y rectitud, la entendieron, la recibieron, la retuvieron y llevaron fruto con paciencia.
OBSERVACIONES IMPORTANTES
- Todos escucharon la Palabra (el Evangelio de Jesucristo)
- La tierra en que cae la semilla es la disposición y condición de su corazón
- Los número 1 fueron ni si quiera se molestaron por saber ni se esforzaron por entender
- Los número 1 no tenían oídos para oír ni ojos para ver, ni tenían disposición alguna
- Los número 1 ya tenían un corazón de piedra desde el principio
- Los número 2 sí creyeron y recibieron al principio, pero aún así cayeron de la gracia
- Los número 2 no tenían raíz (no tenían las bases sólidas o fundamentos de sana doctrina)
- Los número 2 empezaron blandos (gozosos y alegres), pero su corazón se endureció
- Los número 3 deseaban más hacer otras cosas (deseos personales y propios)
- Los números 3 postergaron la oportunidad de crecer en la Palabra
- Los número 3 buscaban su propia grandeza (tenían un corazón orgulloso o altivo)
- Los 3 de mal corazón fueron engañados por el pecado:
- El pecado surgió de sus 3 fuentes: 1) Satanás, 3) ellos mismos y 3) el mundo.
- Sólo el último de los 4 puso en práctica la Palabra de Jesús, y ése es el que tuvo victoria
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