ISAÍAS 58: El verdadero ayuno
1. Haz justicia: haz lo correcto, actúa con equidad, obedece a Dios y a quienes tengas que obedecer, haz lo que te corresponde, trata a los demás como lo demanda Dios, da lo que les corresponde a cada uno, haz lo que Dios quiere que se haga.
2. Arrepiéntete: confiesa tu pecado y reconoce que dejaste la ley de Dios; no te auto justifiques y aléjate de la maldad; cambia tu mente, tu camino y tu forma de actuar.
3. No busques tu propio gusto: no seas egoísta, no seas auto-indulgente, no busques el placer propio, no pienses sólo en ti mismo; piensa en el bienestar común y el bienestar de otros primero.
4. No oprimas a nadie: no presiones a nadie, no angusties a nadie; no causes estrés ni nerviosismo a nadie, no trates con fuerza ni violencia a nadie; no hables con severidad a nadie, no quites a nadie sus libertades ni su tranquilidad, ni menosprecies a nadie.
5. No participes en ninguna contienda: deja de participar de forma definitiva en enfrentamientos, contiendas, discusiones acaloradas, riñas, peleas o debates vanos; no luches contra otras personas ni les condenes con vara dura, ni les faltes al respeto.
6. Desata las ligaduras de impiedad: rompe con tus malos hábitos, huye de las pláticas vanas y comentarios vanos, deshazte de lo que te liga a la infructuosidad o a la comodidad, aléjate de aquello que te hace estar con falta de compasión o santidad.
7. Suelta las cargas de opresión: deja de exigir o imponer a los demás medidas duras que dificultan las cosas; deshazte de las amenazas y no causes sufrimiento sobre tus semejantes.
8. Deja ir libres a los quebrantados: no inculpes a nadie ni dejes a nadie atado de manos; ayuda a los encarcelados a salir a la libertad, libra de cargas a los quebrantados y ayuda a los trabajados
9. Rompe todo yugo: no controles ni domines a nadie; igualmente deshazte de toda imposición molesta o exigencia estricta sobre los demás
10. Parte tu pan con el hambriento: dale de comer al que tiene hambre, comparte tu alimento con el que quiere, pide o necesita pan
11. Alberga a los pobres errantes en tu casa: provee de hospedaje, alojamiento o un lugar temporal a los pobres, para que se queden por un momento, para que duerman, coman, se limpien o descansen
12. Sacia al alma afligida: Dale mucha esperanza al que está entristecido, abatido, o desesperanzado; háblales del camino de Dios, de sus promesas
13. Cubre al desnudo: arropa al que le falta ropa, dale prendas de vestir para el cuerpo al que no tiene
14. No te escondas de tu hermano: no te ausentes de tu hermano en tiempo de necesidad: preséntate dispuesto a ayudar al que tiene dificultades, ayuda, sirve, asiste y da la mano al que la necesita, en servicio de Dios
15. Reposa en el Señor: separa siempre un momento para retraer tu pie de hacer tu voluntad, deléitate en la santidad de Dios y en su gloria, ríndele culto, no andes en tus propios caminos, ni busques tu propia voluntad, ni hables tus propias palabras
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