martes, 12 de septiembre de 2017

¿Por qué tiembla la Tierra?

¿Por qué tiembla la Tierra? ¿Para qué?

Los sismos son poderosos. Pueden devastar a un pueblo, alarmar a los que estaban dormidos, remover los cimientos, destruir la estructura de miles de edificios, matar a cientos de personas, dejar a miles de afectados y hasta causar otros desastres como avalanchas y tsunamis. Pero de acuerdo a los datos astronómicos modernos, los sismos sólo se producen en el planeta Tierra. La pregunta es ¿por qué se producen?


Manifestaciones físicas

Debajo de la superficie de la tierra y el océano existen cerca de doce o más niveles de masas de tierra gigantesca comúnmente conocidas como placas tectónicas. La explicación secular nos dice que un terremoto se produce luego de que una placa tectónica se mueve y choca con otra placa tectónica o se desliza sobre o debajo de ella. El punto en el que ocurre el choque de placas se denomina epicentro.
  
El momento exacto en que ocurre un terremoto NO puede ser predecido por los científicos porque el momento mismo en que una placa se va a mover es impredecible. Algunas placas son estables, otras se mueven varios centímetros al año sin causar daños, pero algunas catastróficas, y no se puede saber cuál se va a mover ni con qué efecto. El monitoreo continuo de placas sólo puede ayudar a que la gente se prepare segundos antes de que su efecto ocurra en la superficie.

La visión geológica moderna comúnmente aceptada sostiene que los movimientos de las placas se producen luego de que se eleva el calor interno de la Tierra a niveles inmensos, lo cual es algo necesario. Sin la generación de calor interno, no habrían movimientos de placas tectónicas, pero la temperatura del planeta sería tan fría que la vida simplemente no podría subsistir.(1) 

La falta de sismos en la Tierra, dicen diversos estudiosos, acabaría con la vida, pues los movimientos de placas tectónicas sirven para regular nutrientes de la biósfera y regular elementos y compuestos como el boro y el calcio y regular el ciclo del dióxido de carbono en la atmósfera. "Que las placas tectónicas completen el ciclo es absolutamente esencial para mantener condiciones climáticas estables en la Tierra", afirma el geólogo William H. Schlesinger, de la Wesleyan University. "De otra manera, todo el dióxido de carbono desaparecería y el planeta se volvería una bola congelada".(2)


De acuerdo a Geosince Australia, ninguna parte de la Tierra está exenta de terremotos. La mayor parte de los movimientos en la tierra ocurren en los límites de estas capas tectónicas, pero muchos de los movimientos son imperceptibles. Los sismos, no obbstante, pueden ocurrir en cualquier parte de la superficie terrestre.(4)

Estas explicaciones responden cómo se manifiestan los movimientos y eventos físicos en términos materiales, pero ¿realmente son las causas mismas, o hay alguna otra causa detrás de estos eventos? ¿Por que hay momentos en que la Tierra produce mas calor? ¿Por que se mueven ciertas placas tectónicas y no todas? ¿Por qué a pesar de todo el conocimiento científico aún no se pueden predecir los sismos? ¿Qué hace que el efecto del choque de una placa tectónica tome una dirección específica impredecible?

Causas espirituales

Aristóteles ya enseñaba desde el siglo IV a.C. que todo movimiento en el universo presupone un motor, y de esto se deduce que tiene que haber un motor inmóvil que origina todo en la Tierra. La Biblia nos dice que Dios es ese Gran Motor Inamovible. Nuestro Creador, con una gran Mente, hace todo con un propósito específico, sobre todos los humanos (Prov. 16:4). Cristo tiene toda la autoridad del Cielo y de la Tierra (Mt. 28:18) y en Él todas las cosas subsisten (Col. 1:17). La Creación, la naturaleza, dicen las Escrituras, fue sujetada a dolores y gemidos, "no por sí misma, sino por voluntad de aquél que la sujetó" (Ro. 8:20). 

La Biblia muestra que Dios puede mostrar su ira ante el pecado por medios de desastres naturales y sus consecuencias (Gén. 6, 19; Éx. Caps. 7-12; Dt. 11:16-17; Núm. 16:30-34, St. 5:17, 16:49, Ap. 6, 8, 10). Nos guste o no, esto es una doctrina afirmada en los escritos revelados a Moisés, David, Job, Samuel, Ezequiel, Elías, Jeremías, Pablo, Juan, y demás personajes bíblicos. En las Escrituras, leemos que:
"Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación" (JEREMÍAS 10.10) 
"Él mueve montañas sin que éstas lo sepan, y en su enojo las trastorna. Él remueve los cimientos de la tierra y hace que se estremezcan sus columnas" (JOB 09: 5-6)
La tierra tembló, se estremeció; se sacudieron los cimientos de los montes; ¡retemblaron a causa de su enojo!" (SALMOS 18.7; 2 SAMUEL 22:8)
Dios advierte por medio de los terremotos que su ira es demasiado grande ante el pecado y la gran violencia que hay en la Tierra. "Pues conocemos al que dijo: 'Mía es la venganza. Yo pagaré'. Y otra vez: EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO. ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:31). Dios también habla a través de circunstancias como los sismos tratando de llamarnos a todos los hombres al arrepentimiento...
"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos" (HECHOS 17 : 30 - 31 )
Los desastres naturales NO son el juicio definitivo sino una advertencia por medio de estos eventos de que Dios está airado y un recordatorio de que va a haber un juicio final del pecado en el mundo. Estos eventos nos llevan a recordar que Dios juzga y juzgará el pecado (la maldad) del mundo y de nuestras vidas. Aquellos que pierden sus casas o son atrapados en medio de edificios cuando ocurre un terremoto no son menos ni más pecadores que los que sobreviven los mismos hechos. Todos hemos pecado y necesitamos arrepentirnos.Todos merecemos la muerte por nuestro pecado, "porque la paga del pecado es la muerte" (Romanos 6:20-23). JESUCRISTO dijo a sus discípulos de un evento parecido:
"O aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿piensan ustedes que ellos eran más pecadores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Les aseguro que no; es más; si ustedes no se arrepienten, todos perecerán de la misma manera” (Lucas 13:1-5)

Estos eventos nos orillan a quitar nuestros ojos del pecado y temer a Dios. Estos eventos nos orillan a quitar nuestra confianza en las cosas de esta vida y nos llevan a pensar en todo lo que hemos hecho, nos mirar a la eternidad y pensar en lo que pasará en el día de nuestra muerte. Mucha gente se da entonces cuenta de que sus vidas son cortas y que el día de su muerte puede llegar en un instante, y que, por tanto, tienen que estar preparados. Muchos otros se sienten más agradecidos de estar con vida, por la misericordia de Dios, al reconocer su propio pecado.

La Biblia dice que habrá un juicio final de parte de Dios, quien da la vida, y quien como juez supremo, tiene derecho a quitarla o dejar que termine cuándo Él lo decrete o lo permita. Los desastres naturales causan que millones de personas revalúen sus prioridades en la vida. ¿Dónde están puestas tus prioridades en la vida? ¿Estás en paz con Dios? ¿o en qué base estás cimentado? Si las aguas pasaran sobre tu casa espiritual, ¿quedarías firme o serías removido?

Otras causas


Si bien la Biblia muestra que a veces la tierra tiembla ante la ira de Dios ante el pecado, hay casos en los que la Tierra tiembla porque Dios manifiesta su presencia, su obra o su liberación. La Biblia dice: "A la presencia de Jehová tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob" (Salmos 114:7).

Cuando fue la crucifixión de Jesús, "la tierra tembló" (Mateo 27:51), e igual cuando un ángel descendió el día de resurrección, "se produjo un gran terremoto" (Mateo 28:2) y removió la piedra del sepulcro. En el Libro de Hechos, leemos claramente que reunidos los apóstoles y primeros cristianos y discípulos, "después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor" (Hechos 4:31). El temblor en Hechos sacudió a la gente y pareciera que influyó a que, después de ver a los discípulos hablando las maravillas de Dios, voltearan a ver al Evangelio. Asimismo, cuando Pablos y Silas oraban y cantaban atrapados en la cárcel, "de repente se produjo un gran terremoto" (Hechos 16:26) y entonces pudieron ser liberados y salir.  

Nunca olvides que Dios hará que todas las cosas terminen bien para aquellos que le aman (ROMANOS 8:28), aunque sea un terremoto. Aquél que está en comunión con Dios, debe afirmar, como lo hizo David: 
"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, NO TEMEREMOS, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah" (SALMOS 46:1-3)
Pase lo que pase, Dios siempre se manifestará con el propósito de glorificarse, de manifestar su ira contra el pecado, de llamar al arrepentimiento y de bendecir con bien a aquellos que le siguen. 

Notas:


(1) Hugh Ross, 2006. Improbable Planet: How Earth Became Humanity’s Home. Grand Rapids: Baker, pp. 137–39, 165–97,, 143–64.

(2) William J. Broad. 2005. Deadly and Yet Necessary, Quakes Renew the Planet. http://www.nytimes.com/2005/01/11/science/deadly-and-yet-necessary-quakes-renew-the-planet.html?mcubz=3

(3) Geoscience Australia. Where do Earthquakes Occur? Commonwealth of Australia: http://www.ga.gov.au/scientific-topics/hazards/earthquake/basics/where

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