El cuidado de la salud es uno de los temas más comunes del mundo contemporáneo y es posible que hayan cientos de razones que puedan motivar a la gente a cuidarse y estar saludable físicamente. Aunque no siempre, muchas veces las personas que pasan horas en el gimnasio sólo quieren "verse bien", "presumir" su cuerpo o tener una estética mejor que las demás personas. Esto ha llevado a algunas personas a cuestionarse si es correcto que un cristiano o cristiana haga ejercicio.
En este artículo presento siete argumentos bíblicos que, por encima de cualquier otro argumento mundano, pueden motivarnos como cristianos a hacer ejercicio:
- Es bueno y conveniente
- Glorifica a Dios
- Tu cuerpo es el Templo de Dios
- Ayuda a ser de buen testimonio
- Podrás hacer mejor la obra de Dios
- Demostrarás gratitud a Dios
- Aprenderás a ser disciplinado
- Dios quiere que tengas un cuerpo sano
En seguida explico las razones por las cuales creo que estos argumentos se ajustan la Palabra de Dios y nos pueden motivar en general a cuidar la salud y llevar una dieta sana.
1. Hacer ejercicio es bueno y conveniente
Se han hallado más de 100 beneficios comprobados de hacer ejercicio, casi todos ellos relacionados al funcionamiento interno o fisiológico de nuestro organismo. Este hecho es reconocido no solo por instructores de gimnasio sino prácticamente por todos los doctores, profesionales de la salud, profesores, biólogos... y también por los mejores teólogos. Algunos de estos beneficios incluyen la reducción del estrés y la ansiedad, así como el mejoramiento de muchos órganos, el refuerzo del sistema inmunológico y hasta el temperamento.
Tristemente, algunos religiosos conservadores citan un versículo fuera de contexto para desmotivar a algunos hermanos: "...disciplínate a ti mismo para la piedad; porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura. Palabra fiel es ésta , y digna de ser aceptada por todos" (1 Timoteo 4:6). Si estudiamos el significado del versículo en contexto, nunca sugiere que el ejercicio no deba hacerse; de hecho este versículo confirma que el ejercicio físico es beneficioso, pero el punto de contraste es que aprovecha por poco tiempo. El ejercicio físico ciertamente es limitado en el sentido de que sólo sirve mientras vivamos la vida de esta Tierra ¡esto es poco tiempo comparado con la eternidad que Cristo nos tiene preparada! Pero otra forma de entender el poco beneficio es que si no perseveramos haciendo ejercicio o actividad física, el aprovechamiento y los beneficios también serán pocos, mas si hacemos un esfuerzo constante, los cambios también serán constantes, porque "todo lo que el hombre sembrare, eso mismo cosechará" (Gálatas 6:7)..
El punto del pasaje arriba citado es hacernos entender que más importante que el ejercicio físico es el ejercicio espiritual, la santidad, la vida alejada del pecado, la práctica de la obra cristiana con una vida espiritual plena y llena de los frutos del Espíritu, pero esto no significa que Dios corte lazos con la vida aquí en la Tierra, como bien reflexionaba el teólogo bautista, Martin Luther King Jr. en su ensayo sobre Una respuesta inquietante, Dios se interesa también por nuestro bienestar físico en la Tierra y hay incontables versículos que nos lo muestran en la Biblia, porque nuestro Creador nos dio el cuerpo humano y lo llamó "bueno" aprobando que lo cuidáramos.
Además, el ejercicio es lícito; la Biblia nos enseña que todas las cosas nos son lícitas siempre y cuando sean convenientes y tengamos autocontrol (1 Corintios 6:12). Las cosas llevadas a un extremo siempre son problemáticas como en el caso de la vigorexia (la obsesión por el ejercicio) o la carnalidad (la vida obsesionada con el cuerpo o las cosas terrenales sin tomar en cuenta lo espiritual) como vimos en el estudio de La Trinidad del hombre), pero no hay ninguna objeción contra las cosas buenas hechas con dominio propio y la vida en el espíritu en mente (Gálatas 5:23). Asimismo, todas las cosas les son puras a los que son puros (Tito 1:15). Por eso Pablo también escribió: "hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8). Cristo vino a darnos una vida abundante. Durante la corta duración que tiene nuestra vida, hacer ejercicio trae virtud y nos sirve para conformarnos a esta palabra.
Además, el ejercicio es lícito; la Biblia nos enseña que todas las cosas nos son lícitas siempre y cuando sean convenientes y tengamos autocontrol (1 Corintios 6:12). Las cosas llevadas a un extremo siempre son problemáticas como en el caso de la vigorexia (la obsesión por el ejercicio) o la carnalidad (la vida obsesionada con el cuerpo o las cosas terrenales sin tomar en cuenta lo espiritual) como vimos en el estudio de La Trinidad del hombre), pero no hay ninguna objeción contra las cosas buenas hechas con dominio propio y la vida en el espíritu en mente (Gálatas 5:23). Asimismo, todas las cosas les son puras a los que son puros (Tito 1:15). Por eso Pablo también escribió: "hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8). Cristo vino a darnos una vida abundante. Durante la corta duración que tiene nuestra vida, hacer ejercicio trae virtud y nos sirve para conformarnos a esta palabra.
2. Un cuerpo en forma glorifica a Dios
La Biblia dice que Dios creó al hombre a su imagen y éste refleja su gloria (1 Corintios 11:7). En 1 Corintios 10:1 también se nos dice que todo lo que hagamos, lo debemos hacer para la gloria de Dios con acción de gracias. El profeta Isaías nos recordó que fuimos creados y formados por Dios para glorificarlo. Este es nuestro propósito primordial en la vida: glorificar a Dios. También hacemos esto cuando cuidamos de nuestro cuerpo y vivimos un estilo de vida saludable.
Dios no está peleado con los fuertes, sino que Él ha querido que "el débil diga 'fuerte soy'" y que se demuestre que Él puede hacer fuertes a quienes no lo eran o no lo son. Adán fue creado para cuidar y sojuzgar la tierra; Jacob tuvo la fuerza para pelear contra el ángel durante largas horas. David, que era un pastor, también fue un gran guerrero que peleó "con el león y el oso" (1 Samuel 17:36) y con la ayuda de Dios "se volvió cada vez más fuerte" (2 Samuel 3:1). En Jueces 15:14 se nos dice de Samuel que "el espíritu de Jehová cayó sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se tornaron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos" en el momento en que Dios le dio fuerzas para pelear contra los filisteos. En el libro de Apocalipsis se describen en varias ocasiones a un "ángel fuerte" o "ángel poderoso" (Apocalipsis 5:1, 10:1, 18:21) al servicio pleno de Dios. Algunos podrían argumentar que estas referencias posiblemente hablan de fuerza espiritual, pero el hecho de que la fuerza física también refleja el poder de Dios es claro en la Biblia cuando Dios habló a Job:
"Mira ahora, Behemot, al cual hice como a ti, que come hierba como el buey. He aquí ahora, su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los músculos de su vientre.… Mueve su cola como un cedro; entretejidos están los tendones de sus muslos. Sus huesos son tubos de bronce; sus miembros como barras de hierro. Es la principal de las obras de Dios; que sólo su Hacedor le acerque su espada" (Job 40:15-19)
Mira cómo Dios habla a detalle de las cualidades físicas y las partes físicas de esta criatura como una causa más para darle gloria a Él. Behemot fue la más grande criatura creada en tamaño y en fuerza (algunos intérpretes dicen que aquí claramente se describe una especie de dinosaurio), pero el punto es que Dios le recuerda a Job que cada parte del cuerpo fuerte se diseñó por Él para SU gloria, y al hombre le dice: "al cual hice como a ti".
La Biblia dice que Behemot era la criatura principal en cuanto a tamaño, pero SÓLO el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, para sojuzgar a todos los animales, para ser "un poco menor" que los ángeles y, de acuerdo a Efesios 2:10, para ser percibido como una "obra maestra" de Dios. El ejercicio, que como consecuencia hace aumentar también la fuerza corporal, honra esta palabra bíblica.
3. Tu cuerpo es el Templo de Dios
El versículo clave de la Escritura que nos recuerda que nuestro cuerpo es el templo de Dios es 1 Corintios 6:19-20. Aquí se nos dice que el Espíritu Santo de Dios vive dentro del que cree de verdad. Y aún de aquellos que no creen, su cuerpo fue creado y diseñado por Dios para SU gloria.
Cuando aceptamos el Evangelio de Jesús en el corazón y le recibimos como Señor, Dios nos da Su Espíritu para ayudarnos a vivir el tipo de vida que Él quiere que vivamos, y dado que Dios realmente vive dentro de nosotros, Pablo nos dice en este versículo que nuestro cuerpo es su templo. Ya que Dios "nos compró" a un alto precio, la muerte de Jesús, estamos obligados a cuidar nuestro cuerpo que es su templo.
Cuando aceptamos el Evangelio de Jesús en el corazón y le recibimos como Señor, Dios nos da Su Espíritu para ayudarnos a vivir el tipo de vida que Él quiere que vivamos, y dado que Dios realmente vive dentro de nosotros, Pablo nos dice en este versículo que nuestro cuerpo es su templo. Ya que Dios "nos compró" a un alto precio, la muerte de Jesús, estamos obligados a cuidar nuestro cuerpo que es su templo.
Nuestra vida no es nuestra, ni tampoco nuestro cuerpo. La traducción TLA dice así: "Ustedes no son sus propios dueños. Cuando Dios nos salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios" (1 corintios 6:19). ¿Cuál es la implicación?
Una hermana razonaba de esta manera: "Nuestros cuerpos son los templos de Dios y nosotros no nos pertenecemos a nosotros mismos. Como ejemplo, si dejáramos que un amigo se llevara prestado algo que tiene un gran valor para nosotros, esperaríamos que nos lo devolvieran en buena condición. Nos dolería o lastimaría y decepcionaría si nos lo devolvieran destruido. Por lo tanto, nuestros cuerpos pertenecen a Dios. ¿Acaso no es Él muchísimo más grande y deberíamos tener un buen cuidado del templo que Él nos ha permitido tomar prestado hasta que Él nos llame a casa?"
Rick Warren lo explica así: "Dios lo creó. Jesús murió por él. El Espíritu vive en él. ¡Sería mejor que lo cuidaras! Elisabet Elliot, la gran misionera, por su parte, dijo que "No podemos darle nuestro corazón a Dios y mantener nuestros cuerpos para nosotros mismos". El gran predicador Yiye Ávila, quien fuese fisicoculturista y jugador de béisbol AA antes de convertirse, también enseñó que "La santidad debe ser por dentro y por fuera".
4. La actividad física nos ayuda a dar buen testimonio
Llevar un estilo de vida saludable es parte de dar un buen testimonio. Hechos 1:8 nos recuerda que debemos testificar a otras personas, debemos ser modelos de la fe cristiana y debemos desear vivir nuestras vidas de una manera que represente bien nuestra fe. Cuidar nuestra salud es una manera poderosa de serlo.
Aunque no siempre, generalmente la gente que descuida su alimentación, lo hace por falta de interés, porque prefiere comer cosas que le satisfacen de inmediato (placer autoindulgente), cosas ricas (no salidables) que satisfagan su apetito carnal, cosas altamente modificadas industrialmente por el hombre, y demás. Gran parte de la gente tiende más a no querer hacer ningún esfuerzo o a quedarse viendo el televisor en un sofá. Nada de esto es de buen testimonio; aunque no siempre, en algunos casos una barriga grande puede ser motivo de cuestionar la responsabilidad de una persona y su integridad, porque, muchas veces, nuestro cuerpo es un reflejo de nuestro estilo de vida; un estilo que no siempre glorifica la creación de Dios, sino que la altera.
¿Como quedaríamos ante un inconverso que sí tiene un buen cuidado del cuerpo, si nosotros somos totalmente negligentes sobre este aspecto?
"Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos: Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros; En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres, conforme á mi evangelio, por Jesucristo" (Romanos 2:14-16)
Este pasaje de la Biblia nos recuerda que de todo tendremos que dar cuenta a Dios, incluso de nuestra vida sedentaria o en busca de comodidad, porque Cristo y la Biblia hablan en contra de la glotonería y la holgazanería en repetidas ocasiones. Llevar una vida que descuide totalmente este aspecto no es algo sabio.
En cambio, si cuidamos el cuerpo, nuestra vida será usada como un instrumento para animar, inspirar y ayudar a otros. Es por esto que algunos atletas cristianos han usado también su vida deportiva para dar testimonio al mundo de lo que Cristo ha hecho en ellos y cómo ha transformado sus vidas en cada área. Este ha sido el caso de los futbolistas, organizaciones deportivas y muchos deportistas olímpicos que han testificado en su carrera profesional (por ejemplo: [1], [2], [3]), pero no necesitamos ser profesionales para hacerlo.
5. Estarás mejor equipado para servir en la obra de Dios
Efesios 2:10 nos recuerda que fuimos creados para hacer las obras buenas que Dios había planeado desde hace mucho tiempo que naciéramos. Todos sabemos que cuanto más aptos y saludables seamos, más energía tendremos para hacer todo. Mientras más energía tengamos, más esfuerzo podremos poner en cualquier tarea que estemos haciendo y también podremos mantenernos mejor a largo plazo.
Si eres un hombre de Dios en forma y con músculos fuertes podrás servir a Dios de muchas maneras que de otra forma no podrías:
Si eres un hombre de Dios en forma y con músculos fuertes podrás servir a Dios de muchas maneras que de otra forma no podrías:
- Podrás LEVANTAR con facilidad un garrafón de agua para tu familia, alzar una cama o un colchón para buscar cosas, o ayudar a una persona que se ha caído
- Podrás LLEVAR las bolsas de mandado, aparatos electrónicos, herramientas pesadas o tubos para que no los lleve tu madre o padre u otras personas más débiles
- Podrás MOVER muebles (mesas, roperos, sillas, sillones, camas, etc), cajas llenas de cosas pesadas o ayudar a empujar un coche a algún desconocido de la calle
- Podrás RESISTIR más cuando tengas que caminar mucho, ir rápido a algún lugar, subir escaleras o correr para llegar a un lugar rápido o para llevar algo urgente a alguien
La gente de Dios en la Biblia también era gente que se movía: Moisés subió y bajo la montaña de Dios más de una vez; Ruth y Noemí caminaron una gran distancia, al igual que Abraham, Juan el Bautista, Lot, María y José, los discípulos, Pablo, y el mismísimo Jesús, que recorría ciudades alrededor de Galilea para llevar sanidad y la Palabra de Dios. Jesús fue un carpintero en la tierra y Pablo un constructor de tiendas (ambas cosas requerían no sólo destreza mental, sino también física). Obviamente, el tema central en la vida que nos interesa es la vida espiritual, ¿pero qué más ejemplos se necesitan de que el pueblo de Dios debería ser gente activa para poder hacer la obra de Dios?
6. Será una forma activa de mostrar tu gratitud hacia Dios
Haciendo un esfuerzo dedicado a cuidar lo que Él te ha dado, puedes llevar tu relación con Dios a un nivel más alto agradeciéndole por todas las cosas que te ha dado.
Santiago 1:17-18 nos dice que "Toda dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad para que seamos primicias de sus criaturas". Dios nos dice que hace un nuevo día para alegrarnos y gozarnos en Él con acción de gracias y su voluntad es que agradezcamos en toda circunstancia o cosa (1 Tes. 5:16-17).
Él te dio el cuerpo, con sus dones, sus habilidades y todas sus bondades. Fue por algo. Él te regaló el tiempo dándote una nueva oportunidad cada día. Si mejoras tu salud y comes sanamente, reflejarás una gratitud activa por lo que Dios te ha dado y un amor en acción de forma rutinaria. Si aprendes a enamorarte de este proceso con la ayuda de Dios, los resultados vendrán por sí mismos.
7. Aprenderás a disciplinarte a ti mismo
Un discípulo debe ser disciplinado. Hay muchas formas de aprender sobre disciplina, pero el hacer ejercicio como un hábito es una de ellas. Mas aún, el ejercicio acompañado de una dieta sana, te orilla a ejercer dominio propio, fuerza de voluntad y negación personal. Todas estas cualidades tienen que ver con entrenar tu piedad como cristiano, pues las verdades del mundo físico creado por Dios son reflejos también del mundo espiritual en diversos aspectos. Superar tus debilidades es una analogía de la vida cristiana en muchos sentidos.
Mientras muchas personas se quedan más sentadas de lo que deberían, el que hace ejercicio, se desafía a sí mismo a ser constante y perseverante. Se orilla a salir de su zona de confort; a comer bien, a hidratarse bien, a descansar bien, a no comer cosas que, aunque ricas, pueden ser muy dañinas. Tal persona aprende que, para ganar, hay que perder, y que, para obtener logros, es inevitable el sacrificio y el dolor; que el dolor que no es nuestro enemigo, sino nuestro correctivo.
El ejercicio nos recuerda que sin esfuerzo, no hay recompensa; como diría alguien que entrena: "sin dolor, no hay ganancia", o, como diría el cuáquero William Penn respecto a la virtud cristiana, "sin cruz, no hay corona". El ejercicio nos recuerda que el sufrimiento no es en vano y en este sentido nos puede ayudar a identificarnos con una de las cualidades en el carácter de Cristo. El dolor es temporal, pero los cambios son permanentes. Los resultados no son inmediatos, pero se aguardan con paciencia, expectación y alegría. En medio del dolor, la fe en la recompensa venidera nos motiva a seguir adelante y nos para infundir aliento. El dolor que sentimos un día, será la fuerza que sentiremos mañana; de igual forma que como cristianos, la prueba que sufrimos el día hoy, será nuestro testimonio de mañana.
El ejercicio también nos recuerda que uno debe insistir, resistir, persistir, insistir, ser paciente y nunca desistir; que la fe es como un músculo: sólo crece cuando lo ejercitas; que uno debe tener fe y entrar "por la puerta estrecha" y con la ayuda de Dios, renovará sus fuerzas. Amplio es el camino, también a la destrucción y el detrimento del cuerpo, pero es angosto el camino que lleva a una vida mejor. Jesús dijo: "Esfuércense por entrar por la puerta angosta, porque yo les digo que muchos tratarán de entrar y no lo lograrán" (Lucas 13:22). Por supuesto que esto era en relación a la salvación, pero también enseña acerca de la vida en general. Después de todo, si se tratara de algo fácil, todos lo harían, y todos serían buenos haciéndolo, pero nada que valga la pena es fácil. Es fácil hablar y no hacer nada; lo difícil es llevar manos a la obra. Pero el que siembra, siempre cosecha lo que siembra (Gálatas 6:7); y esto es un principio bíblico que se amplía: "El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará" (2 Corintios 9:6).
8. Dios quiere que tengas un cuerpo sano
Dios quiere que estemos sanos y pienso que podemos estar seguros de que, siempre y cuando tengamos los motivos correctos, al hacer ejercicio estamos cooperando con el Espíritu Santo y haciendo una parte de la voluntad de Dios en nosotros porque el Espíritu Santo escribió estas palabras: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Juan 1:2). Podemos ver esto de dos maneras: como una promesa de la buena voluntad de Dios hacia nosotros, y como una responsabilidad de lo que nos corresponde a nosotros para mantenerlo de esa manera.
En el artículo sobre las 12 oraciones que Dios no escucha, pudimos ver que Dios ha dado su Palabra para mostrarnos lo que nos corresponde hacer. Dios nos mandado a hacer ciertas cosas agradables a Él, y no le será agradable que esperemos con los brazos cruzados que Él haga todo, incluyendo las cosas que Él dijo que nosotros debíamos hacer. NO es coherente arrodillarnos solamente y pedir un milagro si no estamos dispuestos a mover los pies a donde Dios nos diga que vayamos.
Él no nos ha dejado imposibilitados. Por tanto, no tenemos pretexto. Santiago 4:17 nos dice que "a aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado". No podemos decir: "Si Dios quiere que me bañe, que Dios me bañe" porque sería como tentarle. Ciertamente Dios quiere que nos bañemos pero Él no va a hacer lo que nos manda a hacer. Él nos guía, nos motiva y nos da la fuerzas para hacerlo, pero no debemos ser negligentes a su mandato de hacer lo bueno, y no debemos pensar que si oramos nos deslindamos de las responsabilidades que Él nos ha dado.
Por eso el hombre más sabio del Antiguo Testamento escribió: "Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento. ¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar, y vendrá como vagabundo tu pobreza, y tu necesidad como un hombre armado" (Proverbios 6:6-11).
5 Consejos bíblicos para reflexionar...
Pablo nos escribió que "...el cuerpo... es... para el Señor, y el Señor es para el cuerpo" (1 Corintios 6:13). Esto significa que, cuando hay dominio propio, Dios está a favor del cuerpo, como también podemos ver en el estudio de La Trinidad del Hombre: Cuerpo, Alma y Espíritu. Dios no es un platonista; Él está en contra de la carnalidad pecaminosa o desenfrenada: Él creó el cuerpo y por lo tanto quiere que lo cuidemos con sabiduría para glorificarle.
Lo que creemos determina lo que hacemos. Si crees esto y valoras tu relación con Dios, seguramente decidirás cuidar bien tu cuerpo y tu salud. Pregúntate: ¿qué tan bien estás cuidando tu salud y la de los tuyos? Muchas creyentes enferman por descuidos propios, como expresa el doctor cristiano Martin Stendall en su tratado ¿Porqué enferman los cristianos?, pero si tu relación con Dios es importante para ti, y estás descuidando de tu cuerpo, podrías utilizar este mensaje como inspiración para arrepentirte y empezar a cuidar mejor el templo de Dios. Si estás decidido a cambiar esto y empezar una dieta sana o una rutina de ejercicio, te hago 6 exhortaciones necesarias...
Arraiga esas siete razones discutidas previamente como tus objetivos para hacer ejercicio. Deja que esa sea tu meta y "calcula el costo"; toma un momento para determinar qué tipo de rutina necesitas, por cuánto tiempo y qué tipo de ejercicios harás. Si prefieres, ayúdate de un libro de entrenamiento para principiantes con ejercicios en casa. Cada vez que te sientas tentado a abandonar o desmotivado, recuerda cuales son tus objetivos y no desistas. Busca también un plan de alimentación nutricional de acuerdo a tu sexo, edad, paso y metas. No olvides descansar un día a la semana.
Ora siempre antes de empezar. "Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración" (1 Timoteo 4:4-5). Toma un momento antes que nada para derramar tu corazón al Señor y pídele que te ayude a lograr el objetivo que buscas: ya sea, mejorar la salud, mitigar o quitarte una enfermedad, subir o bajar de peso o tener más energía para hacer las cosas física. Pídele su ayuda porque nada podemos hacer sin Él y reconoce Su poder. Pídele a Dios que te ayude a aumentar tu auto-disciplina y a ser una luz en medio de la oscuridad para hacer su obra. Si las otras personas incrédulas no oran al hacer ejercicio, y obtienen buenos resultados, ¿cuánto más crees que un hijo de Dios puede recibir de un Padre que le ama y le escucha cuando le invoca?
3. Glorifica a Dios mientras haces ejercicio:
Ofrece tu tiempo de ejercicio como un acto de adoración hacia Dios. Puedes incluso escuchar música de adoración y alabanza para motivarte al mismo tiempo que lo haces. Busca alabanzas que te motiven y te agraden, pero que sobre todo, que le agraden a Dios. Hazlo todo para gloria de su nombre, piensa en el Señor mientras te ejercites u ora en tu mente. Puedes buscar listas de reproducción cristianas para ejercicio en Youtube, por ejemplo, ingresando la búsqueda "Christian music playlists for work out".
Mucha gente al ir fortaleciéndose se empieza a envanecer y se hace arrogante porque empiezan verse sólo al espejo físico, y deja de ver la condición de su alma. Cuídate del espejo y jamás permitas que algo así te suceda. Recuerda que el yugo de Cristo es la humildad y el Salmo 138:6 que dice que "Jehová es excelso, y atiende al humilde, pero al altivo mira de lejos". Cuando hayas hecho lo que debías hacer y Dios permita un cambio notorio en tu salud y tu fuerza, deberás tener la humildad de decir "siervo sin mérito soy" (Lucas 17:7-10). Si te comparan a otras personas que aún no están en tu condición, con la humildad de Pablo deberás confesar: "Por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí" (1 Corintios 15:10). No creas los halagos de otras personas tampoco. John Wooden dijo una vez que "no debes dejar que la alabanza o la crítica te atrapen. Sería una debilidad dejarte llevar por cualquiera de las dos". Cada vez que subas un escalón de triunfo, deberás subir dos escalones de humildad. Cuídate de no idolatrarte ni dejarte idolatrar. Tu cuerpo no debe ser adorado, sino Aquél que dio su vida por ti.
5. Mantén tu mirada centrada en Cristo:
No te dejes desviar por el hombre, ni creas a argumentos o filosofías humanas. El ámbito de los atletas está lleno de muchas ideas de toda clase y algunos, siendo engañados, han llevado el ejercicio a extremos innecesarios.
Conozco el lamentable caso de un hermano que al comenzar hacer ejercicio se dejó guiar por la filosofía de algunos fisicoculturistas y se alejó del Señor. En otro caso, un hermano comenzó a cargar pesas y por un error temerario esto le causó una hernia que eventualmente le costó la vida.
Ten cuidado de no ser desviado de tus motivos iniciales por otras personas, especialmente instructores de ejercicio y personas del ambiente de gimnasio, por prácticas paganas o egocentristas. En el mundo muchas personas pueden tratar de tentarte o distraerte de tus propósitos en Cristo, pero tú no luches "por un mejor cuerpo"; lucha por una mejor vida en Cristo; y recuerda que "Corremos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús..." (Hebreos 12:1-3).
Referencias:
5 Reasons Why God Wants Us Healthy, Well and Fit
Physical Exercise: What I Do and Why Part 1
Do You Exercise Like a Nonbeliever?
Gracias. Muy bueno el articulo. Me ha esclarecido mucho algunas ideas que tengo y me anima al ejercicio físico sin riesgo a alejarme de mi camino hacia el padre Celestial. Bendiciones desde Caracas - Venezuela
ResponderEliminarMuy interesante
ResponderEliminarDios es amor
ResponderEliminarSon muchas las razones para hacer ejercicio hay que mantener el cuerpo sano un ejercicio en casa es suficiente no es necesario como muchos creen ir al gym con pocos implementos en casa puedes ejercitar todo el cuerpo
ResponderEliminarGracias. Este articulo me ayuda mucho
ResponderEliminar9. Si Dios lo permite, tendrás más probabilidades de vivir más o tener mejor salud en tus últimos años.
ResponderEliminarSe me ocurrió esta al estar viendo un sermón del pastor Rick Warren titulado, "Learn how to show mercy to your family" donde el confiesa que su esposa le dijo en una ocasión, "Si no te cuidas, vas a morir primero que yo". Esto, al final, le hizo reflexionar, y movido por el amor de Dios hacia su esposa, a quien no pretende dejar viuda pronto, hizo un compromiso de empezar a cuidar su salud mucho más, y empezó un programa de salud llamado el plan de Daniel, motivando también a los miembros de su iglesia a unirse para esforzarse, guiados por Dios, por recobrar la salud en cinco áreas de su vida, incluyendo la física. Me pareció un testimonio digno de recordarse.
Muy Buen artículo gracias por compartirlo,esto me motiva a seguir haciendo ejercicio y saber que nuestro cuerpo es ejemplo para los demás para demostrar a cristo en nuestra vida ❤
ResponderEliminarBendiciones!!!
Me encantó, todo lo que haré lo haré para glorificar el nombre del señor.♡
ResponderEliminarInteresante la reflexión sobre el ejercicio corporal por que de esta forma cuidamos nuestro espiritu que vive en nuestro interior, este tema es tan relevante que la religiones la estan descuidando totalmente y no le dan el valor corresponiente, si las iglesia deberia de inckuir en su pastoral el area de ejercicio cororal como camino para cuidar, proteger, mantener, alimentar y conservar por que en nuestro i terior vive el espiritu santo.gracia por la información valiosa ,bendiciones,paz y bien.
ResponderEliminarExcelente. Muy completo
ResponderEliminarExtraordinario articulo
ResponderEliminarGloria a Dios en el nombre de señor y Salvador Jesucristo, de mucha bendicion a nuestras vidas y ministerio, aleluya...
ResponderEliminarGLORIA A NUESTRO SENOR Y SALVADOR JESUCRISTO POR ESTE PODEROSO ESTUDIO...
ResponderEliminarDios es grande
ResponderEliminarpuedo compartir esto en las redes sociales dándote tu crédito?
ResponderEliminarYo casi siempre que juego al fútbol termino con alguna molestia o lesión creo que es porque juego con orgullo me fijo mas en jugar bien que en jugar por deporte siempre me gana la vana gloria creo que debería empezar a hacer deportes individuales para no tener que preocuparme si lo hago bien o no y alabar a Dios creo que eso me va a dar la paz
ResponderEliminarMuchas gracias
ResponderEliminarEl ejercicio corporal aprovecha un poco,pero el de la piedad para mucho sirve.
ResponderEliminarDe nuevo, el versículo enseña que el ejercicio aprovecha para la vida presente, y que es bueno; aunque ejercitar lo espiritual es mejor y aprovecha para la eternidad. Eso es lo que significa.
Eliminar1 Timoteo 4:8 NBV: "Está bien que te ejercites físicamente, pero es mucho mejor que te ejercites para vivir piadosamente, ya que esto es útil para todo, te ayudará en esta vida y también en la venidera".
1 Timoteo 4:8 DHH: pues aunque el ejercicio físico sirve para algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el presente y para el futuro.
1 Timoteo 4:8 NTV: «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene».
1 Timoteo 4:8 NVI: pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no solo para la vida presente, sino también para la venidera.
1 Timoteo 4:8 CST pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no solo para la vida presente, sino también para la venidera.
1 Timoteo 4:8 PDT El ejercicio físico te sirve de algo, pero una vida dedicada a Dios te trae bendiciones tanto para la vida presente como para la del mundo venidero.
Te está diciendo que el ejercicio sirve de algo. No que no sirve para nada. Tú decides si tomas el consejo de la Palabra, o no. Y no te está diciendo que se olvide uno de hacer una cosa y tomo solo la otra, sino te enseña cuál es más importante. Mas en esta vida sembramos lo que cosechamos, y todo lo bueno es por la gracia de Dios.
Se puede hacer yoga (sólo las posturas) o q ejercicio es correcto?.Gracias
ResponderEliminar1 Crónicas 26:8 dice que los hijos de Obed-edom eran "hombres robustos y fuertes para el servicio". Es bueno aspirar a esto, me parece.
ResponderEliminarMuchas pero muchas gracias por este artículo, sin duda inspiración divina. Dios les bendiga.
ResponderEliminarPensé que era malo andar en los caminos de Dios i Aser ejercicio pero este artículo me pareció de mucha ayuda e información
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