1. La Parábola
"...Vino a Jesús un hombre de la multitud, el cual, respondió hincándose de rodillas y diciendo: “Maestro, te ruego que veas a mi hijo; que es el único que tengo; ten misericordia de él porque es lunático y, he aquí, tiene un espíritu mudo que da voces y padece gravemente porque, dondequiera que lo toma, lo despedaza y echa espumarajos y cruje los dientes y se va secando. Y quebrantándole, difícilmente se aparta de él. Y lo he traído a tus discípulos y les rogué que lo echaran fuera, pero no le han podido sanar”.Respondiendo Jesús, dijo: “¡Oh generación incrédula, infiel, y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes? ¿Y hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráeme a tu hijo para acá”. Y se lo trajeron, pero mientras se acercaba, el demonio lo vio y lo derribó, sacudiéndolo con mucha fuerza; y cayendo sobre la tierra, se revolcaba echando espumarajos. Y Jesús preguntó a su padre: “¿Hace cuánto tiempo que le ocurre esto?”, y él respondió: “Desde niño; y muchas veces le avienta y cae en el fuego, y muchas veces, en las aguas, para matarle; pero si puedes hacer algo, ayúdanos teniendo misericordia de nosotros”. Jesús le dijo: “Si puedes creer esto, al que cree todo le es posible”. Y enseguida el padre del muchacho dijo clamando con lágrimas en los ojos: “¡Creo, Señor; ayuda a mi incredulidad!”. Cuando Jesús vio que la multitud se amontonaba, increpó y reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo; yo te mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él”. Entonces el demonio, gimiendo y sacudiéndolo con mucha fuerza, salió de él, y el joven quedó como muerto, de modo que muchos decían que estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo enderezó, y el muchacho se levantó y fue sano desde aquella hora, y regresó a su padre. Y entonces, cuando Él entró en una casa, acercándose los discípulos a Jesús, en otro lugar le preguntaron: “¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera?”. Y Jesús les dijo: “Por la falta de fe que ustedes tienen. Porque verdaderamente les aseguro que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: ‘Vete de aquí, hacia allá’, y éste se movería, y nada les sería imposible. Pero esta índole con nada no sale sin con oración y ayuno” (Mateo 17:14-21. Marcos 9:14-29. Lucas 9:37-42).
2. La incredulidad
Aunque diversos teólogos y traductores han asumido tácitamente que con “esta índole”, Jesús se refería quizá a "distintos tipos" de demonios, o "diversos linajes", o "diversa clase" o "género" de demonios, las interpretaciones de ellos no son congruentes con la palabra de Jesús: la respuesta que da Jesús cuando el padre del joven le dice que los discípulos no pudieron sanar al muchacho es la verdadera. Jesús exclama “¡Oh generación incrédula..!” En las traducciones típicas de Mateo 17:17 se lee "¡Oh generación infiel y torcida!", mientras que en Lucas 9:41 se lee "¡Oh generación incrédula y perversa!", y es que ante Dios, la incredulidad es una perversión, es una infidelidad, una prostitución con la carne o con la mente; un desvío del recto camino de Dios.
Cuando los propios discípulos le preguntan por qué no pudieron echar fuera al demonio, Jesús les contesta claramente “Por la falta de fe de ustedes”. En otras traducciones más tradicionales se lee la respuesta: “Por vuestra incredulidad” o “Por vuestra poca fe”, y enseguida les explica que si tan solo tuviesen la fe que mueve montañas, nada les sería imposible. Por esto es más congruente la interpretación del comentario que comparte Andrew Wommack:
"No es que la oración y el ayuno expulsen a ciertos tipos de demonios; (si el nombre de Jesús y la fe en Su nombre no pudieran hacer esta obra, el ayuno y la oración tampoco lo harían). Jesús está diciendo que el ayuno y la oración son las únicas maneras de expulsar este tipo de incredulidad" (Fasting drives away doubt).
3. Jesús reafirma la comparación
La misma imagen parabólica fue recurrente en el ministerio de Jesús. Lucas comenta que en otra ocasión, "los apóstoles le dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. Entonces el Señor les dijo: “Si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este higuera: ‘Desarráigate, y plántate en el mar’, y ésta los obedecerá” (Lucas 17:5-6).
Jesús lo reafirmó al hablar del Reino de los Cielos, el Reino de la Fe: "Y decía también “¿A qué haremos semejante el Reino de Dios, y con qué parábola lo compararemos?”. Y entonces les formuló otra parábola, diciendo: “El Reino de los cielos es semejante a una semilla de mostaza, la cual, cuando la toma un hombre y la mete en su huerto o la siembra en su campo, verdaderamente es la más pequeña de todos los granos que hay en la tierra, pero después de ser sembrada, cuando ha crecido, se vuelve la mayor de las hortalizas y se hace un árbol grande; y produce grandes ramas, de manera que vienen las aves del cielo y pueden morar bajo su sombra haciendo nidos en sus ramas” (Mateo 13:31-32. Marcos 4:30-32. Lucas 3:18-19).
4. Habrían grandes señales verdaderas
Jesús dijo que, con esa fe de mostaza, habrían señales milagrosas que seguirán a los creyentes. Les dijo: “Vayan por el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creyeren: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes; y si bebieran alguna cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos y ellos sanarán” (Marcos 16:15-18).
El mismísimo Apóstol Pablo vivió esas señales y predicó el Evangelio acompañandolo con una demostración de señales y prodigios (Hechos 19:11; Romanos 15:19), aunque son señales y prodigios que también se relata que hicieron Pedro y Juan. En el nombre de Jesús se continuaron -- y se continúan --- haciendo milagros, porque el Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, y él dijo que Sus creyentes tendrían esas señales. Jesús dijo incluso que aquellos que le siguen harán señales y prodigios más grandes: "El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Juan 14:12).
Y estas son obras que Jesús hizo: "los ciegos recibieron la vista y los cojos anduvieron, los leprosos quedaron limpios, los sordos oyeron, los muertos fueron resucitados y a los pobres se les anunció el Evangelio" (Mateo 11:5).
4. Habrán grandes engaños falsos
Cristo también advirtió que se levantarán falsos ungidos y falsos profetas que mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos (Mateo 24:24). En la parábola del sembrador, las aves son las que llegan y se comen la semilla que el sembrador había plantado (Mateo 13:4). Al explicar su significado, Jesús dijo que esas aves, que roban el mensaje y que hacen nidos (Mateo 8:20) son aves que provienen del maligno (Mateo 13:19), es decir, Satanás y sus demonios.
Hay milagros que, reafirmando con el libro de Apocalipsis, se ha asegurado que vendrán de la mano de esas aves. De la boca de la Bestia y del falso profeta, la Revelación dice que hay espíritus inmundos, espíritus de demonios que hacen grandes señales o milagros y van alrededor del mundo (Apocalipsis 16:14; Apocalipsis 13:1). Babilonia la Grande, la misma Ramera de Apocalipsis 17 y 18, es descrita como una "habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible" (Apocalipsis 18:2).
5. Hay una gran forma de diferenciarlo
Estamos llamados a examinarlo todo y retener lo que es Bueno (1 Tesalonicenses 5:21). Resistid al diablo y él se irá. Pero si alguno no sabe cómo llegar a conocer la diferencia, en la Primera Epístola de Juan, se da la fórmula, que es muy concreta y simple:
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo..." (1 Juan 4:2)
Algunos se ponen celosos por causa de los milagros hechos en el nombre de Jesús. Son señales que pueden seguir a todos los creyentes que tienen fe de mostaza en el nombre de Jesús, y a veces la gente desconfía de los otros recuentos milagrosos que ocurren en denominaciones de tipo pentecostal o carismáticas porque parecen ser muy grandiosos, o porque aquellos que los hacen no son parte de "mi denominación". Pero estamos llamados a no hacer divisiones, y si en algo estamos en desacuerdo con alguien, hay que seguir el método de Jesús, hablando en privado y con amor y unidad cristiana, porque Jesús dijo: "no juzguéis por las apariencias".
No piensen que las personas que invocan el nombre del Señor Jesucristo y en el nombre del Señor Jesucristo hacen un milagros, harán milagros por mano del demonio. Cuídense de no blasfemar el Espíritu Santo. Hacer milagros o sanar enfermos no significa tener la teología 100% correcta. Se sigue siendo mortal; pero la obra la hace el Espíritu Santo de Cristo, por fe de quienes le invocan.
He escuchado de algunos líderes de iglesias que, por increíble que parezca, han prohibido a sus congregantes que hagan milagros en el nombre de Jesús, o cosas por el estilo, porque se asocian a teologías con las que no comulgan. Pues permítanme decirles que ese es el mismísimo problema.
6. "No se lo impidáis"
El problema es que ustedes tienen una teología cesacionista que dice que los dones cesaron. Si es así, ustedes niegan la obra del Espíritu Santo en La Biblia y en la Historia.
No traten de cambiar la Palabra de Dios para que se ajuste a vuestras teologías, más bien cambien vuestras teologías para que se ajuste a lo que dice la Palabra de Dios. Jesús dijo que habrían señales que seguirían a los creyentes, pero el problema muchas veces es que hay más incredulidad dentro de las iglesias, que fuera de ellas. Sin embargo, la palabra de Jesús permanece para siempre.
No traten de cambiar la Palabra de Dios para que se ajuste a vuestras teologías, más bien cambien vuestras teologías para que se ajuste a lo que dice la Palabra de Dios. Jesús dijo que habrían señales que seguirían a los creyentes, pero el problema muchas veces es que hay más incredulidad dentro de las iglesias, que fuera de ellas. Sin embargo, la palabra de Jesús permanece para siempre.
"Juan le dijo: 'Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía (a nosotros)'. Pero Jesús dijo: 'No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está" (Marcos 9:38-40).
Jesús fue muy claro: "NO SE LO IMPIDÁIS". Así que, va para ustedes pastores: no sean tropiezos para la fe en Cristo; no sea que con sus doctrinas cesacionistas se encuentren luchando contra Dios. Si ustedes están impidiendo que se hagan milagros en el nombre de Jesús, ustedes están siendo desobedientes a Su mandato. La Biblia y la Historia testifican que estas señales han continuado a lo largo del paso del tiempo. El Espíritu Santo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Aún más: no sea que con sus doctrinas cesacionistas estén impidiendo la manifestación del Reino de los Cielos. Porque si ustedes no están con Cristo lo que Él mandó a hacer, de acuerdo a Jesús, ustedes están siendo infructuosos; porque Jesús dijo "El que no está contra nosotros, por nosotros está" pero también agregó: "El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama" (Mateo 12:30; Lucas 11:23). Y si ustedes, que se supone que son líderes, no tienen esa fe de mostaza que mueve montañas, y en su vida no siguen esas señales que Jesucristo dijo que seguirían a los creyentes, ustedes, de acuerdo a Jesús, no están recogiendo, sino desparramando.
Dios nos ama a todos y Él se preocupa tanto por el bienestar espiritual, como por el bienestar físico del hombre. Jesús mandó a Sus discípulos, diciéndoles "Sanad a los enfermos" (Lucas 10:9). Es un mandato de Jesús, y si no lo hacemos, estamos siendo desobedientes. Y Jesús dijo que aquellos que creen en Él, "sobre los enfermos pondrán sus manos y ellos sanarán” (Marcos 16:15-18). ¿Y porqué no vemos que ustedes pongan sus manos en los enfermos? ¿Porqué no se ve que ustedes oren por los enfermos de esa manera en la que Jesús enseñó que orarían los creyentes? ¿Porqué creen ustedes que Jesús se rehúsa a sanar, si Jesús mismo dijo que el Espíritu del Señor estaba sobre Él PARA SANAR"?
Vuelvo a preguntar: Si Jesús dijo que aquellos que creen en Él, "sobre los enfermos pondrán sus manos y ellos sanarán” (Marcos 16:15-18), ¿porqué no vemos que ustedes pongan sus manos en los enfermos y oren por ellos para que sean sanados?
Jesús no lo pudo haber dicho mejor: "Por vuestra incredulidad. Porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible" (Mateo 17:20).
FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA
ResponderEliminarLos felicito por su página. Hacen falta conceptos profundizantes sobre la fe, que superen a repetir dogmas como grabadora. Con el tema del granito de mostaza, Cristo dió en el clavo.
La unidad entre ciencia, filosofía, religión y fenómenos naturales, ya está integrada en la ley natural de Dios, solo nos falta: descubrirla de mejor manera, reconocerla, rectificar planteos obsoletos degradantes, dejar de ofender a Dios mediante conceptos insultivos, aplicarla, y para eso necesitamos usar la fe, o poder de interiorización transdimensional.
Si Dios y las almas no están en la dimensión de nuestros cuerpos biológicos, y queremos profundizar, necesitamos una visión holística, dentro del alcance que pueda lograr el humano terrícola.
Sin considerar lo trascendente, ¿qué conseguiríamos avanzar, en el estudio de esta ley natural multidimensional? No lograríamos más que apilar piedra sobre piedra, como en la Torre de Babel, sin llegar jamás a cielo alguno. La verdad Es Dios, y Su ley natural. Acá abajo solo opinamos, pero no alteramos esa ley. ¿Qué porcentaje de la sabiduría sobre la ley natural que maneja Dios representan todos los escritos humanos sumados, omitiendo contradicciones? ¿Alcanza a uno por mil millones? Y si no alcanza, ¿deberíamos cerrarnos en lo que creemos saber, como si nadie, ni Dios, tuviese algo nuevo para enseñarnos?
Tal como un sabio no entregaría a trogloditas una botonera que detone bombas atómicas, ¿no será que Dios dosifica la información que envía al ser humano, ajustándose al tiempo? ¿Quiere Dios que el ser humano descarte la mayoría de Sus leyes naturales, solo porque no figuran en X libros antiguos, aunque sirvan para elevar el porcentaje humano de realización de Dios, y la calidad de vida en la Tierra?
Lo dicho en la Biblia: Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera (al demonio)? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviéreis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno. (Mat 17:19-21), y, Y los apóstoles dijeron al Señor: ¡Auméntanos la fe! Entonces el Señor dijo: Si tuvieras fe como un grano de mostaza, dirías a este sicómoro: «Desarráigate y plántate en el mar». Y os obedecería. Lucas 17.5–6 (LBLA), se vuelve menos misterioso, cuando definimos fe como “poder de interiorización transdimensional hacia Dios”.
¿Es solo una metáfora, eso de mover montañas? Indagando en nuestro interior, consiguiendo profundizar, descubriremos una pequeña montaña fácil de mover: el péndulo que usan los radiestesistas para buscar agua. El método de la colección de libros SFO para mover péndulos, parte por nombrar a Dios, pidiéndole Su energía para mover el péndulo suspendido, inerte, de nuestra mano. Lograrlo, usando como password el nombre de Dios que más nos agrade, implica, metafóricamente, entrar a navegar al Internet Cosmico Radiestésico. El péndulo se mueve, porque Dios lo permite en Su ley natural, luego de nombrar Su santo nombre. Si re-ligar al hombre con Dios necesita experiencias, si conseguimos nuestra experiencia personal de mover la pequeña montaña que es el péndulo, ello nos re-vinculará de un modo especial con Dios, y entreabrirá la puerta a lo que quiso decir Cristo con “una fe de la magnitud de un grano de mostaza”. Nos sentiremos menos aislados Del Supremo, si podemos interactuar de mejor manera con Su campo natural de información, el ICDD, o Internet Cósmico de Dios, que ha ayudado tanto a la humanidad, como al encontrar agua enterrada en tierra árida.
A quienes les interese el tema de la fe como poder de interiorización hacia Dios, y que el péndulo radiestésico es una pequeña montaña fácil de mover, en EEUU hay una página Web, en un sitio seguro (Weebly): www.internetcosmico.com, donde se regalan libros. Bajar gratis el minicurso de radiestesia, R2-SFO, y las tablas, R4-SFO. Y que les vaya bien.
Alberto Brehme P.
Dios nos manda que tengamos esa fe como un grano de mostaza, que no seamos incrédulos. Ayudanos Dios a perseverar cada día en ti.
ResponderEliminarUn saludo desde mi blog
www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com