viernes, 13 de octubre de 2017

Ilustración de la ley del péndulo

Hace unos meses vi en un programa de educación creativa. Cada alumno tenía que darle al maestro una ilustración de educación creativa y uno de ellos enseñó la ley del péndulo. 

La ley del péndulo simplemente quiere decir que cuando se suelta un péndulo de un punto sin ejercer fuerza adicional, el péndulo se desplaza y al moverse nunca más puede regresar al punto de donde se soltó. 

El alumno pasó al frente y demostró esto con un pequeño péndulo que él había hecho. Lo soltó; el péndulo se desplazó y cuando lo soltó nunca más pudo alcanzar el punto de donde el alumno lo había soltado porque la gravedad y la fricción iban destruyendo la eficiencia de la fuerza que tenía el péndulo hasta que el péndulo alcanzó un estado de equilibrio.

Después el alumno preguntó en el salón de clases, ¿cuántos de ustedes creen en la ley del péndulo?, y todos levantaron la mano, incluso el profesor. El profesor aplaudió pero el alumno le dijo: "Maestro, todavía no he terminado". El alumno tenía amarrado un costal de 150 kilos en el centro del salón y pegada a la pared había una silla. 

El alumno le dijo al profesor: "Maestro, ¿me haría el favor de sentarse en la silla y poner la cara frente al péndulo? Soltaré el péndulo justo donde comienza su cara. Todos dijimos que creíamos en la ley del péndulo y si la ley del péndulo es verdad, cuando yo suelte este péndulo (si es un buen péndulo) yo lo soltaré, el péndulo va a cruzar el salón, va a regresar, pero la ley dice que el péndulo no puede regresar al mismo punto de donde yo lo solté. De hecho, si es un mal péndulo, hay menos probabilidades de que este costal de 150 kilos regrese y le golpee la cara"

El alumno puso el costal de 150 kilos justo en la nariz del profesor, y le dijo: "Profesor, ¿cree usted en la Ley del péndulo?". El profesor sudaba de frío y se notaba el nerviosismo en su cara, pero tomó valor y dijo: "Sí creo". El alumno soltó el péndulo, el péndulo cruzó todo el salón y comenzó a regresar y a la mitad... ¡nunca vi un hombre levantarse tan rápido de una silla! 

Aquí está la pregunta: ¿el profesor creía en la ley del péndulo, sí o no? 

La entendió intelectualmente, pero no estuvo dispuesta a comprobar con su vida que fuera verdad.
Muchas veces ocurre lo mismo con la ley de Dios, la ley de Cristo y las enseñanzas de la Biblia. Muchos creyentes dicen creer y entender la base del Evangelio de forma intelectual, pero al momento de prueba en que deben experimentar sus efectos y permanecer firmes, temen que no salga como está dicho y se alejan corriendo de una silla... ¿Y tú? ¿Crees o no en la ley de Cristo?
Reflexión tomada de la predicación "El día que Dios lloró" de Ernesto D'Alessio.

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